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lunes, 30 de diciembre de 2013

Capitulo 41 "Teníamos que hablar"




En ese momento solo se me vino un nombre a la mente. Cailtin

Tenía tantas ganas de hablar con ella

Oh. Joder. Logan me había llamado eso no era ninguna buena señal, automáticamente marque el número de mi mejor amiga

—Hola, como va mi amiga sureña o acaso estas en el norte?—contesto a través de la linea
—Cailtin, California est...como sea, tengo algo que decirte—dije con una sonrisa
—Oh maldita seas chica...¿te has enamorado otra vez? ¿que coños ________? ¿no has aprendido bastante, pues dime el nomb...

—¡Claro que no! es otra cosa...—dije apresurada

—Pues habla chica—dijo
—Estoy en Londres—dije en un hilo de voz

—¡¿Que?! ¡JODER!  ¿hace cuanto estas aquí? —pregunta en un grito
—Hace un par de horas, estoy en el departamento de Justin, necesito verte y hablar..de mucho digamos—le dije

No le había contado de la declaración de Justin y me estaba muriendo por hacerlo

—Ahora mismo, pasame la dirección, te iré a buscar—contesto
—¿Ahora? Cait, es muy tard..

—A la mierda la hora, he estado mucho tiempo sin mi mejor amiga, pásamela—me interrumpió de un salto. Lance una risita pensando en lo que dijo, no había pasado ni una semana

Mire a través del vidrio a Justin, se había quedado dormido en el sillón

—Vale, esta entre la calle de la inauguración de wendys, edificio Blaker, piso 20—dije rápidamente
—Estaré en cinco minutos—colgó 

Tome un respiro y fije mi vista en la hermosa ciudad, como habían cambiado las cosas en tan poco tiempo, si hace dos años me hubieran dicho que estaría en Londres, con este chico hecho por ángeles, solos en su departamento no lo hubiese creído ni de chiste. Esto parecía tan lejano a mi, por primera vez sentía que la vida si podía ser como en las películas, una con limitación por supuesto, tarde o temprano tendría que volver a California. 

Después de unas horas, de contarle absolutamente todo a Cailtin, hasta lo de Logan, nos despedimos, ya estábamos en vacaciones, joder.

Ver y hablar a Cailtin me había servido un montón, necesitaba depositar mi confianza en alguien que no sea Justin, ya saben, no todo se puede con un chico. Extrañaba ver como le discutía al cajero de starbucks la diferencia entre un latte descafeinado y otro con poca cafeína. 


Cuando entre al departamento Justin seguía dormido en el sillón pero mirando para arriba, me senté en frente a el y lo mire, lo mire como nunca antes lo había mirado, detalle por detalle, apreciando cada parte de su definido rostro, lo mire como al chico que amo y que me asusta fuertemente que algún día llegue a dejarme, quiero decir..¿y si se cansa de mi? podría pasar, el tiene a todo el instituto, y posiblemente a cada chica que le sonría.

Esa era una de las cosas que me han molestado, estaba negada a aceptar que me había enamorado de el, porque sabia que el era el típico chico que aparece en tu vida y de repente todo tu mundo cae, ya nada es lo que parece, y..fui tan tonta de pensar que no caería...

Hay noches en las que todavía me pregunto..¿sera verdad? creo que solo me estoy ilusionando, pero ¿y si es verdad? no creo, a mi no me suelen pasar esas cosas, ¿pero, y si esta es la excepción? no quiero salir lastimada ¿confió o no?..esto es imposible, de seguro es una broma o esta confuso, ¿y que tal si de verdad me ama? antes el parecía ser el típico chico que te ilusiona y te deja así sin más. 

Pero el no es típico, el es...Justin.


Fui hasta su habitación, recogí una manta de la encimera  y volví al sillón, le saque las zapatillas, la chaqueta y luego lo tape, madre mía..que lindo era.

—Humm—murmuro al taparlo—¿_________?—dijo aun sin abrir los ojos
—Si—espete en un hilo de voz

—Ven aquí nena—se movió hacia atrás y dejo un perfecto espacio para que mi cuerpo cabiera
—Mm, estas seguro?—pregunte algo inquieta. Nunca antes había dormido con un chico, se que casi era mayor, pero  me parecía un paso grande 

—Claro ángel, ven—sentencio palmeando el sitioPues claro que para el no era nada del otro mundo dormir con otra persona..posiblemente lo había hecho con medio instituto.. ¡joder! no se que me ocurre, tengo que dejar de pensar así.

 —Vale—acepte y me acurruque a su lado
—Esto es lindo—dijo cubriéndonos a los dos y rodeándome la cintura 

—Si lo es—suspire y metí mi cabeza más adentro de su pecho, quería estar así siempre, acurrucada junto a el, su perfume era simplemente..ah Bieber, me has flechado duro.

6 am

Mis huesos sonaron fuertemente cuando me estire al salir del sillón, al aclarar mi vista me di cuenta que estaba sola ¿donde se había metido Justin?

Camine hacia la cocina con cara somnolienta y guiándome por el olor deliciosa a tocino. Mmm había preparado tocino, como no poder amarlo.

—Te has levantado—dijo al verme
—Eso parecesonreío tal vez soy como dios y estoy en todas partes

El lanzo una carcajada y negó con su cabeza

—¿Que haré contigo Collen?—pregunto retoricamente
—Tal vez darme un trozo de ese delicioso tocino que estas cocinando—dije con la mirada perdida en el tocino

—Tal vezlo dio vuelta una vez más y luego lo sirvió en el plato
—¿Sabes? te ves muy sexy así—admití

—¿Ah si?—pregunto levantando una ceja

El no llevaba puesta remera, solo unos jeans gastados y su hermoso cabello revuelto. 

—Oh sireí tímidamente
—Pues, la verdad dormí excelente, eres una buena almohada—admito con una sonrisa ancha

Joder, este chico me pone estúpida con cualquier cosa que dice

—Yo también dormí muy cómodo—dice aun con un leve rubor en las mejillas

¿Le avergüenza dormir conmigo? pensé que yo tenía ese papel, se supone que el ya había dormido con otras ¿por que se avergonzaría conmigo?

Una voz en mi interior me grita "Por que tu eres una novata, no le das lo que quiere, habrá odiado dormir contigo, ugh pobre chico"


No, no, el no piensa así.

—Cambiando de tema—dije algo molesta por mis pensamientos—Mi padre piensa que ahora mismo estoy viviendo con Cailtin
—Uhmm, tu quieres ir a lo de Cailtin?—pregunto el algo desanimado

—No es algo que quiera, es algo que prometí—dije mirando mis manos
—Vale, pero ahora prométeme algo a mi—dijo el acercándose a mi

—Claro—asentí nerviosa
—Prométeme que nos veremos todos los días, por favor prometelo—susurro

Oh, dios.

—Lo prometo—dije casi tartamudeando 
—Vale—sonrió